La agencia espacial rusa Roskosmos ha declarado en múltiples ocasiones su intención de desarrollar una nave nuclear para viajar por el Sistema Solar. ¿Pero qué se podría hacer con este sistema?
La empresa Khrúnichev tiene su propio plan de exploración que pasa por utilizar un remolcador nuclear (EDB, "bloque de motores eléctricos") de 80 toneladas (versión tripulada) o 60 toneladas (versión no tripulada). Los EDB usarían un sistema bimodal, a diferencia de la propuesta de Roskosmos que solamente se basa en la propulsión iónica. Emplearía motores térmicos nucleares (YaRD) para las fases de máximo empuje (inserción orbital e inyección transplanetaria) que servirían además para generar electricidad durante el resto del viaje. Los motores tendrían un impulso de 21 toneladas y un impulso específico de 940 segundos, alimentados por un reactor de 60 kW. Como propelente se usaría hidrógeno almacenado en tanques (TB) de 55 toneladas y 7,7 metros de diámetro.
Naves nucleares a Marte (Khrúnichev).
En la versión tripulada la nave tendría un módulo de vivienda de 55 toneladas denominado MOM ("módulo habitable interplanetario") que permitiría mantener a una tripulación de seis personas durante el viaje de ida y vuelta a Marte. La nave de descenso, PVMK ("nave marciana de descenso-ascenso"), con forma de cuerpo sustentador y 55 toneladas, transportaría un módulo de vivienda marciano y una etapa de ascenso para alcanzar la órbita baja marciana una vez completada la misión.
Para una misión tripulada a Marte, primero se lanzaría un módulo no tripulado a la superficie marciana denominado GPMK ("nave marciana de carga"), con víveres y equipo para la misión tripulada. El módulo viajaría dentro de un cuerpo sustentador llamado MGK ("nave de carga marciana"), con una masa total de 55 toneladas. Para llegar al planeta rojo se utilizaría una etapa nuclear con tres tanques de hidrógeno TB. Una vez el módulo GPMK estuviese en Marte, se lanzaría la nave tripulada con 9-11 tanques TB. La nave de carga partiría en 2035 hacia Marte y la tripulada en 2037. La duración del viaje sería de 760-960 días ida y vuelta (tardando 205-228 días sólo en el trayecto Tierra-Marte), dependiendo de la ventana de lanzamiento
Esquema de una misión a Marte (Khrúnichev).
Distintos elementos de la misión a Marte (Khrúnichev).
Lo interesante de la propuesta es que la masa inicial en órbita terrestre baja es de "sólo" 620-720 toneladas para la nave tripulada y de unas 250 toneladas para la no tripulada gracias al uso de energía nuclear. En todo caso, siguen haciendo falta seis o siete lanzamientos de un cohete pesado tipo Saturno V para montar la nave en órbita, lo que complica enormemente la viabilidad de todo el proyecto.
Ciertamente, si estos planes parecen demasiado ambiciosos es porque lo son. Está claro que Rusia no puede afrontar en solitario un programa de este tipo, pero sin embargo es una propuesta relativamente realista comparada con otros esquemas "más serios" vistos hasta la fecha.
Fases para la conquista de Marte (Khrúnichev).
Pero Khrúnichev no sólo apunta a Marte, pues la Luna también merece su atención. Para la exploración de nuestro satélite, la empresa rusa prevé usar una estación espacial en órbita lunar baja (LOS), aprovechando el bajo Delta-V para alcanzar la órbita lunar. La LOS tendría una masa de 18 toneladas y una tripulación de cuatro personas. Para viajar hacia y desde la estación, se empelaría una nave translunar llamada PK-L de 20 toneladas. La PK-L se basa en la cancelada propuesta de Khrúnichev para la PPTS, aunque obviamente podría usarse perfectamente esta nave.
En una segunda fase se empezaría a estudiar la superficie lunar con un módulo llamado PVLK ("nave lunar de aterrizaje y ascenso") con capacidad para mantener tres cosmonautas durante catorce días. Luego podría instalarse una base lunar con dos módulos y una masa total de 14 toneladas.
Nave lunar PK-L, estación LOS y módulo lunar PVLK (Khrúnichev).
Estaciones lunares en órbita lunar baja (Khrúnichev).
Propuesta de base lunar (Khrúnichev).
Para hacer realidad estos sueños hace falta -además de dinero, obviamente- un lanzador muy potente. Khrúnichev propone, como no, sus Angará A5 y A7, con una capacidad en LEO de 20 y 35 toneladas respectivamente. El lanzador alado reutilizable MKRS sigue en los planes de la empresa rusa, aunque su futuro no está nada claro.
Angará y MKRS, los lanzadores de Khrúnichev (Khrúnichev).
Por supuesto, todo esto no son más que sueños, pero siempre resulta reconfortante saber que, por lo menos, no faltan ideas para explorar el Sistema Solar. Lo único que necesitamos es el compromiso político y el apoyo social.
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